12 de junio de 2013

Vivir la Fe en África




Este pequeño resumen es fruto de unos 40 años de vivencias y experiencias con nativos de este lugar del mundo.

África es un continente inmenso, de una variedad notabilísima. Distinguiría varias zonas tanto en extensión geográfica como en riqueza humana: Norte (Sahara), África Negra (sur sahariano), el Sur y por otro lado, todos los litorales lógicamente tienen unas connotaciones comunes. Mi experiencia personal se localiza en el África negra o central, por la vertiente atlántica. Mayoritariamente viven la fe así.

La primera cuestión que nos ponemos es el significado de la palabra fe. La enciclopedia nos la define como "la creencia que se da a las cosas por la autoridad del que las dice o por la fama pública que tiene". Es muy común su aplicación a la religiosidad, más que al hecho natural de creer, o confiar en una persona o institución. Cuando entramos a una casa, inconscientemente creemos que el arquitecto la diseñó bien y los constructores la edificaron con responsabilidad, de lo contrario no entraríamos, etc. . 

En el caso que hoy consideramos, hablo de la vertiente trascendente de la fe, en este año que le dedica la iglesia católica. Es difícil hablar de este tema acertadamente cuando lo hacemos de una manera tan global. África es inmensa y por lo tanto es muy relativo lo que se pueda afirmar con certeza.

Existe un hecho natural en la persona y es la necesidad de creer en alguien más allá de lo que vemos y tocamos. Puede que sea por incultura, pero ordinariamente la persona parte de la base de que hay algo que lo supera.

El animismo es otro aspecto muy importante para los africanos y se basa principalmente en la pervivencia de los antepasados. La reverencia inmensa e incluso el culto a los ancestros, es algo muy arraigado en la naturaleza centroafricana, la proximidad física con el fallecido (a veces se entierran en la sala de estar), la presencia del difunto en su fotografía (ahora en occidente se empieza a valorar el derecho a la imagen), el nerviosismo cuando pasan por un cementerio, (a menudo cantan o hacen ruido para alejar los "malos espíritus"), la histeria colectiva en el momento de una defunción, etc .), hace que se considere que la vida del fallecido alargue. Esta creencia es impulsada por el brujo, que hace de vínculo entre los vivos y los muertos.

El diccionario nos dice: En África el animismo se encuentra en su versión más compleja y acabada, siendo así que incluye el concepto de Magara o fuerza vital universal, que conecta a todos los seres animados, así como la creencia en una relación estrecha entre las almas de los vivos y los muertos. En otros lugares el animismo es en cambio la creencia en que los objetos (como animales, herramientas y fenómenos naturales) son o poseen expresiones de vida inteligente.

Cuando aparece el cristianismo es recibido con los brazos abiertos por la población, a pesar de las reticencias que pueden existir por parte del brujo. Este puede considerar que le puede mermar la credibilidad y/o el "negocio". De todas maneras el indígena, aunque sea bautizado y confiese la fe en Jesucristo, no le desaparecerá la tendencia natural de creer en todo el mundo de los antepasados. Más bien cambiará el enfoque y entonces incluirá la contemplación del Ser Trascendente, Eterno, Creador y Generador de Cristo, como el existente desde siempre y para siempre. Actualmente es remarcable el incremento de conversiones a la manera de vivir y pensar que Jesús enseña.

José Luis Fernández
Barcelona (España)

No hay comentarios: