12 de enero de 2009

Pliego nº 0 .................................'2ª Etapa'


Iniciamos una nueva era de este pliego que nació hace 17 años. Lo que fue realizado en papel, hoy en nuestra sociedad virtual adquiere formato digital.

Deseamos el bien para todas las personas que les pueda llegar este documento, y que les llene de la paz y la alegría que sólo Dios puede dar.

Como toda criatura que nace, este pliego tiene un nombre y es en honor de Dolores Bigourdan, esa extraordinaria mujer, quien con sus silencios llenos de mensaje de Dios, con sus pocas palabras que eran como transparencias del Señor, hablaba profundamente a todo nuestro ser. Y sabía escuchar. Sus actos nos envolvían en una atmósfera de suave paz y de honda alegría.

Deseamos que este “Espacio” sea como una plazoleta recoleta y soleada, donde podamos plácida y sosegadamente hablarnos unos a otros de lo que nos dice el Señor en los evangelios. Con todos deseamos compartir el pan y la sal. Así seguiremos a Jesús camino, verdad y vida. El único camino verdadero, la única verdad que nos lleva sin perdernos a Dios Padre, quien es la fuente de toda vida.

Pedimos que el Señor bendiga este Espacio Dolores Bigourdan, este nuestro esperanzado esfuerzo, y haga fructificar este pliego en el corazón de muchos.

Incluimos en este 'nº cero' un artículo de Rosa Deulofeu que fue la primera directora del "pliego" editado en papel en 1992.


Humildad en la oscuridad


Es relativamente frecuente vivir jornadas protagonizadas por la prisa, por la angustia que provoca hacer las cosas por el impulso de la eficacia y de competir con otros. Eficacia que exige diligencia, velocidad, resultados inmediatos. Es preciso llegar, conseguir, alcanzar…, parecemos inmersos en una larga carrera en la que hay que forzar mucho la marcha para llegar al final y llegar el primero.

Por suerte, el día tiene noche y a menudo la vivimos acompañados de un cierto cansancio. El cansancio propio de una jornada activa y movida, pero también el cansancio de una cierta intuición que hace que nos cuestionemos el sentido de aquello que hacemos. El día se apaga y crece en oscuridad, el silencio se va haciendo presente, parece que todo vaya callando: ahora habla el silencio.

Desde el silencio vuelvo a escuchar aquello que he hecho y como lo he hecho. Parece como si el resultado de las cosas se empequeñeciera y aumentara, en cambio, el sentido más profundo de las mismas. Y, entonces, me pregunto: ¿he amado?, ¿he escuchado?, ¿he contemplado?... ¿he vivido o sólo he hecho?, ¿el propio activismo se convierte en el sentido de mi vida?.. Y vuelve el silencio y es preciso darse cuenta que esto no es una carrera a perder o a ganar, esto es una llamada amorosa que me dice que vivir es la realidad más débil y a la vez más grande para descubrir el don del amor. En este preciso momento parece como si uno se rindiera: la humildad en la oscuridad. La humildad que me permite constatar la verdad de las cosas y aceptarlas tal como son; la humildad que me permite recordar y constatar que la vida goza de un sentido mucho más grande que el que uno siente y recibe en la inmediatez de las cosas; la humildad que me dice cuál es la verdadera razón por la cual hago lo que hago; la humildad que me hace encontrar a Dios y me hace sentir que Dios sólo es amor.

La humildad en la oscuridad se convierte en oración cuando escucha la voz de Dios. Vuelve el silencio, pero este silencio ya no es un silencio angustiado, abatido o encolerizado, este silencio ya es un gesto de amor.

El día ya acaba y se convierte en verdadero silencio. ¡Dios mío! ¡Gracias!

Rosa Deulofeu
(Barcelona, 1959 - 2004)


Atisbos


Aquí se recoge escritos y pensamientos de Dolores Bigourdan (Canarias 1903 - Barcelona 1989) con el fin de ofrecer a nuestros lectores un espacio de reflexión.

Son escritos y pensamientos algunos recogidos por ella y otros que forman parte del itinerario de su vida.

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"Pensar está bien, rezar es mejor, amar lo es todo"

"Hacer de cada día un compendio de toda la vida"

"Que jamás el ruido de las cosas que pasan nos haga olvidar la silencioso precencia de Aquel que permanece en nosotros"