12 de mayo de 2012

Pliego nº 40


Rigoberta, Rosalina, … la mujer maya de los siglos XX y XXI


Este escrito aborda brevemente a dos mujeres, sin embargo,
es reflejo de muchas  mujeres indígenas que en Guatemala
 -y en toda Amerindia- han florecido aun en las circunstancias más adversas.

La configuración de su ser está impregnada del linaje maya-k’iche’, la espiritualidad maya y los valores cristianos. Nacida Guatemala en 1959 en la comunidad indígena de Uspantán en Quiché, Rigoberta Menchú Tum tiene como primer entorno un ambiente que, aunque pobre, es solidario; se trabaja por las necesidades de la comunidad la cual participa en la educación de los niños, enseñándoles de manera especial el respeto por la naturaleza. Su padre Vicente Menchú y su madre Juana Tum eran líderes de la comunidad. Desde niña tuvo una participación activa religiosa en la pastoral en su comunidad, y así, la espiritualidad maya se conjuga con la fe católica. Más adelante en su vida, tanto la Biblia como el Popol Vuh (“El Libro del Consejo” del Pueblo K’iche´) serán de gran importancia.

El momento histórico que le tocó vivir a la familia Menchú Tum coincide con una situación social injusta para los indígenas, manifestada entre otras situaciones por el despojo de tierras, la discriminación, el racismo.  Esto motiva a Rigoberta a participar en colectivos sociales y a aprender castellano para ampliar su ámbito de comunicación. También impacta su vida el conflicto armado interno (1961-1996) en que tantos guatemaltecos, indígenas y campesinos en su gran mayoría, experimentaron en carne propia el arrasamiento de sus aldeas, la persecución, el desaparecimiento, el secuestro, el asesinato, el estar entre dos fuegos. Consecuencia de esta violencia, en distintos sucesos, murieron el padre, la madre y un hermano de Rigoberta.

Su actuar para reivindicar a los pueblos indígenas y campesinos provocaron su persecución política y exilio, pero también la oportunidad en 1982 de convertirse en la primera mujer indígena en participar en la formación del Grupo de Trabajo sobre poblaciones Indígenas en la ONU. Asimismo, en 1992, le fue concedido el premio Nobel de la Paz por su trabajo en favor de la justicia social y la reconciliación étnico-cultural basada en el respeto de los derechos de los indígenas.1

El estudio de la Biblia le ha acompañado e iluminado. Como relata en el libro “Me llamo Rigoberta Menchú y así me nació laconciencia2  identifica la realidad de la Biblia con su realidad, que no es solamente para hablar y rezar, sino para integrar en su realidad. Así como Moisés trató de liberar al pueblo de la opresión, así ahora ellos (los dirigentes indígenas) son otros “Moiseses” para su pueblo. Como cristiana ella ve en la vida de Cristo un ejemplo a seguir.  De esta cuenta, Rigoberta con respecto a su trabajo como catequista se define como “una catequista que sabe caminar sobre la tierra y no una catequista que piensa en el reino de Dios sólo para después de la muerte.” 

La cultura maya k’iche’ también se ve reflejada en su trayectoria. Las enseñanzas de su madre para ser una mujer indígena digna, el estudio de libros mayas como el Popol Vuj y el Chilam Balam han tenido influencia en el respeto a la naturaleza y una visión femenina del mundo. Al respecto, Gloria Caudillo comenta cómo Rigoberta tiene expresiones como “la milpa de la esperanza”, “la Madre Tierra”, “la Madre Naturaleza”, que se asocian a la fertilidad, la maternidad, la feminidad; de igual forma, se plantea a sí misma “como mediadora entre un mundo y otro y con la reivindicación consciente que hace de la mujer para lograr el equilibrio social.”3

La historia de Rigoberta es la de miles de familias indígenas y campesinas que fueron despojadas de la figura paterna. Otro ejemplo es del de Rosalina Tuyuc, quien este año ha sido galardonada con el Premio Niwano para la Paz. La Fundación Niwano reconoce en Rosalina el gran potencial y sabiduría de los pueblos indígenas para definir caminos hacia la paz; asimismo, destaca su participación como mujer indígena, que con la fortaleza de sus creencias espirituales y valores culturales, es una líder y activista valiente en la reivindicación de los derechos humanos.

Rosalina, de linaje maya- kaqchikel, nació en 1956 en San Juan Comalapa, Chimaltenango, en una familia pobre, agricultora, de profunda espiritualidad maya. Por consecuencia del conflicto armado interno, perdió a su padre en 1982 y a su esposo en 1985. En 1988 junto a otras mujeres, fundó la Coordinadora Nacional de Viudas de Guatemala con el objetivo de denunciar la política de represión que provocó el asesinato y la desaparición de sus esposos, hijos, hijas y otros familiares; también promovió la solidaridad de las mujeres viudas para aliviar necesidades básicas de madres e hijos en condiciones de orfandad.4

Han sido las mujeres indígenas –reconocidas o anónimas– quienes en muchos casos en el siglo pasado y éste siglo han reconstruido los núcleos familiares y sus  comunidades. Han optado por buscar justicia y hacer valer los derechos de los indígenas y campesinos. Son sembradoras de semilla de paz que con esperanza anhelan ver florecer.

Patricia Castillo
(Guatemala)

1- Algunas designaciones a Rigoberta Menchú
Presidenta de la Fundación Rigoberta Menchú Tum que busca apoyar el logro de la paz
Embajadora de Buena Voluntad de la UNESCO
Premio de la UNESCO "Educación para la Paz", 1990Premio Príncipe de Asturias de Cooperación Internacional 1998Candidata a la Presidencia de Guatemala en 2007 y 2011

2 – Elisabeth Burgos-Debray, Rigoberta Menchú, “Me llamo Rigoberta Menchú y así me nació la conciencia”, Argos Vergara, 1983

3 - Gloria Alicia Caudillo Félix, “Aproximación al discurso de Rigoberta Menchú” Revista Espiral #013, Universidad de Guadalajara, 1998. La autora hace un análisis del artículo de Rigoberta Menchú “Nuestra América 500 años” 20 de abril 1992.

4 – Algunas designaciones a Rosalina Tuyuc
Diputada al Congreso de Guatemala 1996 al 2000.
Dirigió el Programa Nacional de Resarcimiento.
Ha recibido varios premios internacionales en reconocimiento a su labor a favor de la paz


Atisbos



Imagen con un escrito o pensamiento de Dolores Bigourdan (Canarias 1903 - Barcelona 1989) con el fin de ofrecer un espacio de reflexión.