12 de diciembre de 2024

Pliego nº 191

Nacer

En Navidad humildemente,
Dios viene a nacer entre nosotros, 
Dios busca nacer en nosotros.
¡Quizás el gran problema de nuestra vida 
no sea tanto de vivir, sino de nacer!
Es decir, nacer a quienes realmente somos…

Si captas dentro de ti esta pulsación maravillosa 
que te lleva a no ser hoy, lo que eras ayer, estás naciendo.
Si hoy te sientes capaz de un amor nuevo
que ayer no esperabas, estás naciendo.
Si hoy te haces pequeño ante Dios
para dejarte conducir por su Luz, estás naciendo.
Ten por seguro que lo más grande en la vida, 
es nacer constantemente. 

Que guardes de la noche de Navidad 
el sabor de un encuentro:
Dios viene a llenar tu vida:
lo nuevo que esperas, 
Él lo puede hacer brotar en ti.

Que guardes de la noche de Navidad 
la confiada y humilde certeza de 
que estás llamado indefinidamente a nacer
e igualmente, a dar a luz a otros.


Y aquí estamos, incansablemente, 
Navidad tras Navidad, día tras día, 
acogiendo lo que nace y los que nacen,
y aprendiendo a nacer de nuevo.



Texto inspirado en un texto original en francés,
anónimo, encontrado en Internet


Atisbo

 


Imagen acompañada de un escrito o pensamiento de Dolores Bigourdan (Canarias 1903 - Barcelona 1989) con el fin de ofrecer un espacio de reflexión.

En Clave de Ser -

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12 de noviembre de 2024

Pliego n° 190

Necesitamos una inundación de amor…

Al final del año litúrgico de la Iglesia Católica, se suelen leer textos de estilo apocalíptico. Como por ejemplo el 33º domingo del tiempo ordinario, Marcos 13, 24-32.

Este lenguaje nos resulta extraño hoy, pero en tiempos de Jesús, en Medio Oriente, era corriente. Más que hacer una larga explicación sobre el estilo “apocalíptico”, quizás vale la pena buscar en qué se diferencia el texto bíblico de otros textos de la misma época. O ¿qué es lo que Jesús quiere decir cuando usa este lenguaje? La mayoría de los teólogos afirman que estos textos no pretenden dar miedo, sino revelar que al final siempre gana el Dios del amor (“apocalipsis” significa “revelación”).




Es sorprendente descubrir en medio de este texto apocalíptico, la parábola de la higuera: “cuando las ramas se ponen tiernas y brotan las yemas, deducís que el verano está cerca; pues cuando veáis vosotros que esto sucede, sabed que él (Jesús) está cerca, a la puerta”. Me ha hecho pensar en las recientes inundaciones en Valencia (España). En medio de este desastre natural y político, en medio del dolor de los afectados, brotan yemas: ver la solidaridad de los miles de voluntarios; ver la generosidad de las personas en las campañas para recolectar fondos; ver la ayuda mutua entre vecinos, amigos y familiares…  Son estos hechos los que revelan el misterio del amor. Son estos gestos que muestran que las palabras de Jesús no han pasado, sino que están vivas al interior de muchas personas.

Quizás lo más sorprendente del mensaje del Evangelio es que no hace falta esperar los últimos tiempos, no hace falta esperar desastres, para crear una cultura de amor. En vez de sembrar miedo, nos invita a cuidar esta solidaridad, este amor, que ya existe. Vale la pena cultivarlo, hacerlo crecer hasta que sea la normalidad. Nuestro mundo necesita una inundación de amor.

Pauline Lodder
Pineda de Mar- España

Atisbo

 


Imagen acompañada de un escrito o pensamiento de Dolores Bigourdan (Canarias 1903 - Barcelona 1989) con el fin de ofrecer un espacio de reflexión.


En Clave de Ser -

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13 de octubre de 2024

Pliego nº 189

Contemplar como Tante

Durante siglos la humanidad ha vivido en un universo simbólico: lo real sólo es manifestación visible de aquello que es invisible a los ojos. Que, como decía Saint-Exupéry, es lo esencial. La realidad es una pequeña parte de la Realidad trascendente, escondida. Todavía hoy, en muchas partes del mundo, pero sobre todo en el emergente hemisferio sur, muchos viven esta razón misteriosa que la razón es incapaz de explicar pero que dialoga con la física cuántica, fundamento de una nueva filosofía.


Para devenir contemplativos de realidades, hemos de inmergirnos en la soledad y el silencio. Sentiremos entonces que la razón enmudece ante el misterio y se puede acurrucar ante él. Entonces descubrimos que toda persona es digna de ser amada -más allá de su apariencia o condición- por el sólo hecho de existir. Y llega a ser una interlocutora válida para poder construir comunidad, lugar de perdón, de ternura y de fiesta. 


Dolores Bigourdan (Tante) fue una contemplativa de realidades. Había soñado en ser religiosa, pero Dios le tenía preparados otros caminos. Y siguió la máxima de su época: “boda y mortaja del cielo baja”: unida en matrimonio con Jacques, convivió con él hasta su prematura muerte, y le siguió en sus campañas científicas y diplomáticas. En África aprendió a contemplar la naturaleza con otros ojos y al ser humano con benevolencia. De viuda supo contemplar el crecimiento de vocaciones al servicio de la Iglesia, en el sacerdocio y el diaconado. Y acompañó también a mujeres que como ella, velasen por la buena convivencia y la caseidad, el arte de orquestar la casa. En México, contempló activamente el coraje de unas madres que, como ella misma, estaban trabajadas por la vida. Ya de muy anciana, sin poder ver ni oír, supo contemplar hasta el final el misterio de la eucaristía y se dejó cuidar dócilmente por los que había acompañado, hasta el último suspiro. 


Una vez, a los dieciocho años, sin casi conocerla, la visité en su casa de la calle Lauria de Barcelona y le compartí mis sufrimientos adolescentes. Dolores casi no me dijo nada, pero me sentí acogido y escuchado, podríamos decir que su contemplación me ayudó a sanar.


Que Tante nos haga eficientes contemplativos de realidades. 


Jaume Aymar Ragolta

Barcelona. España


En Clave de 'Ser' -

 ,

Atisbo

 


Imagen acompañada de un escrito o pensamiento de Dolores Bigourdan (Canarias 1903 - Barcelona 1989) con el fin de ofrecer un espacio de reflexión.


12 de septiembre de 2024

Pliego nº 188


Tomando Caminos de Libertad


Se llamaban: Odilia, Margarita, Matilde, pero había muchas otras. Sus comienzos datan de finales del siglo XII y siglo XIII, y otras siguieron su ejemplo tiempo después. Sus orígenes: el norte de Europa… pero según se sabe hubo también después en otros lugares…


¿Su anhelo? Vivir en intimidad con el Trascendente y servir a los más necesitados; por ejemplo, en hospitales. Un cuido desde el amor.


En aquella época, las mujeres, en especial las de una cierta posición social, tenían como opción contraer matrimonio, frecuentemente por decisiones de los padres de los contrayentes para unir patrimonios. O bien entrar en las órdenes monásticas. Lugares de oración, vida comunitaria e importantes focos de cultura de entonces, y que conllevaba en general la clausura.


Pero estas mujeres, conocidas como beguinas, decidieron vivir su única vida de una manera que en aquella época era novedosa y, a la vez, vista por algunos con recelo. Una vida fuera de las estructuras entonces conocidas y viviendo de su trabajo. Usualmente hacían labor manual en la industria textil, otras como copistas de libros; no existía aún la imprenta. Muchas cultivaban y vendían hierbas y plantas medicinales.


Las beguinas eran célibes y lo eran por decisión propia, pero podían libremente dejar el beguinato si lo deseaban y tomar otra opción de vida.




Muchos de sus textos han ido atravesando los siglos hasta hoy. Se trata de poesías, correspondencia y otros escritos en los que plasmaban su experiencia espiritual y reflexión teológica. Algo novedoso en ellas es que escribían en su lengua materna y no en latín, lengua usada en la Edad Media como lengua de enseñanza, de literatura, de ley, etc. Por ejemplo, Hadewijch de Amberes, es la primera mujer de la historia en escribir en lengua flamenca. Dicen que no escribió en latín, aunque lo conocía bien. Como las demás beguinas escribieron en lengua vernácula para ser entendidas por todos. 


Si bien hubo personas que las apoyaron, también hubo quienes las criticaron duramente. No era bien visto en aquel tiempo que mujeres vivieran la vida que llevaban sin un tipo de estructura, sin dependencia de sus padres, maridos u órdenes religiosas. La crítica fue más allá y se les persiguió y presionó para que dejaran la opción de vida que llevaban. Algunas de ellas terminaron su vida en monasterios, siendo en sus nuevos hogares, lo que ya eran: luz para los demás. Margarita Porete, que fue perseguida y obligada a retractarse de sus escritos, resistió en silencio y lo pagó con su vida. 


Hoy se puede visitar algunos de los lugares donde vivieron, en ciudades como Brujas, Lovaina, Ámsterdam. Trece de estos lugares llamados beguinatos han sido declarados patrimonio cultural de la UNESCO. Accediendo por un portón encuentras casitas formando un círculo con un gran jardín en medio. Es un espacio donde se respira paz.


Mujeres valientes, mujeres de una gran libertad interior. Tomando caminos de libertad abrieron caminos para otras muchas… 



María de Jesús Chávez-Camacho Pedraza

Pineda de Mar


Atisbo





Imagen acompañada de un escrito o pensamiento de Dolores Bigourdan (Canarias 1903 - Barcelona 1989) con el fin de ofrecer un espacio de reflexión.


En Clave de ‘Ser’ - El Arte de Saber Escuchar




En Clave de Ser, un montaje radial, elaborado por el Equipo del Espacio Dolores Bigourdan, para ayudar a la meditación y la reflexión.


12 de agosto de 2024

Pliego nº 187


La discreta belleza interior de Leonia Martin


A veces en mis sendas de vida me he cruzado con personas, testigos del amor de Dios, que me han marcado y que han entrado en mi corazón, para quedarse. ¿Les ha pasado a ustedes?


Personas que ya gozan plenamente en la presencia de Aquél que tanto nos ama y que su ejemplo luminoso sigue aportando perlas de sabiduría a los seres humanos de estos tiempos.


Es lo que me sucedido al conocer a Leonia Martin. Su vida, de una discreta belleza interior es menos conocida que la de su hermana pequeña, Teresita del Niño Jesús.



En la familia Martin (los padres: Celia y Luis) llegaron a la edad adulta 5 mujeres de los 9 hijos; la tercera de ellas era Leonia, (3 de junio 1863-17 de junio 1940). Leonia padeció desde pequeña diversos problemas de salud, incluso estuvo en peligro de muerte. Tuvo también problemas de salud siendo adulta. Tenía un carácter que no era fácil… A ello se agregaron dificultades en la escuela… Sin embargo, además de sus papás, había alguien en su familia que la quiso especialmente y que además creía en ella: la hermana de su mamá, Sor María Dositea, religiosa de la Orden de la Visitación. Y decía de Leonia: Es una niña difícil… pero creo valdrá tanto como sus hermanas. Tiene un corazón de oro y si bien su inteligencia es lenta, encuentro que Leonia tiene buen juicio. En sus cartas a su hermana, Celia mencionaba el buen corazón de su hija Leonia. Esta mamá amorosa y trabajadora, murió joven y es Luis, el papá, que se ocupará maravillosamente de sus hijas.


Teresita entró en el carmelo de Lisieux donde ya habían ingresado dos hermanas suyas. Más tarde, después de la muerte del papá, entraría también a este carmelo, su hermana Celina. 


Leonia entró a un monasterio de clarisas del que luego salió. Después hizo dos intentos de vida religiosa en la orden de la Visitación y tampoco fue bien. Sin embargo, en el fondo de su corazón ella sentía que Jesús la invitaba a seguirle como religiosa. Teresita le dirá que intercederá por su vocación y su perseverancia. Dos años después de la muerte de Teresita, Leonia entraba como religiosa de la Orden de la Visitación y allí vivió hasta el final de sus días. Leyó con entusiasmo “Historia de un alma”, de Teresita cuando ésta se publicó. Leonia encontró en textos de Teresita similitudes de fondo con la espiritualidad de San Francisco de Sales, fundador de la Orden de la Visitación. 


Leonia vivió en lo profundo de su ser la experiencia de la ternura y el amor de Dios que le permitió reconciliarse poco a poco con sus fragilidades. Sus escritos son de gran hondura, la hondura de los que viven en la humildad. 


Jesús mío, mi confianza en Ti es tanto más grande cuanto me siento tan pequeña y la misma miseria.”1

 

Sigo siendo y cada vez más un pobre tronco. Pido a Jesús que le prenda fuego y al Espíritu de Amor, activarlo”2.

Leonia, consciente de sus fragilidades, no se dejó llevar hacia una desvalorización de su persona ni tampoco por la desesperanza. Realista, ella asumió sus limitaciones, pero a la vez acogió con gratitud los dones que Dios le obsequió. Creo que ella vivió en plenitud estas palabras de Jesús: “Bienaventurados los pobres, porque vuestro es el reino de Dios”. (Lc, 6, 20).



María de Jesús Chávez-Camacho Pedraza

Pineda de Mar (Barcelona)


1 Prier 15 jours Avec Léonie Martin Sœur de sainte Thérèse, Sœur Chantal-Marie Rondeau et Solène Mahé, Nouvelle Cité 2016, p. 72.

2Léonie Martin, Si pauvre et si riche, Dominique Menvielle, Paroles de vie, Le Livre Ouvert, 2019, Pentecôte 1917, p. 50.



Atisbo




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En Clave de 'Ser' - Campo Ciudad

 


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12 de julio de 2024

Pliego nº 186

Pastores buenos y libres

En la Biblia se usa mucho la imagen de pastor para hablar de Dios o de Jesús. Como persona europea que siempre ha vivido en ciudad, me doy cuenta de qué poco sé sobre las ovejas y su pastoreo. Por medio de un rápido surfing por Google, descubro que hay 85 millones de ovejas en Europa distribuidas por 830.000 granjas. La Comunidad Europea contribuyó con casi 2 millones de euros a SheepNet: una red de expertos para la mejora de la productividad y rentabilidad de las ganaderías ovinas. Conozco la alta significación bíblica del Pastor, pero a pesar de ello me pregunto si no tendríamos que buscar nuevos lenguajes para hablar hoy de Jesús y del trascendente.



En el Evangelio Juan (10, 11-18) se hace la diferencia entre el buen pastor y el mercenario o asalariado. Uno ama a su rebaño y al otro no le importan las ovejas, sólo le interesa su salario. Esto se puede observar hoy a todos los niveles: la gran diferencia entre personas que ponen amor en lo que hacen y las personas que sólo trabajan por dinero, sin poner amor en la tarea. Necesitamos con urgencia una sociedad de cuido, una sociedad que cuida a las personas, a las instituciones, al medio ambiente etc. Una sociedad que trabaje por amor y con amor.


Al final el texto añade algo muy importante: que lo hagamos libremente. Estamos en un momento que nos quieren obligar a muchas cosas bajo el pretexto de la Agenda 2030 para el desarrollo sostenible de la ONU. Habrá que discernir bien, si las medidas que quieren imponer son del registro del amor por el rebaño mundial o por intereses económicos de algunos poderosos. Deseo profundamente que seamos buenos cuidadores de nuestra casa común, “pastores buenos y libres”, como Jesús.


Pauline Lodder

Pineda de Mar


Juan 10, 11-18

11Yo soy el Buen Pastor. El buen pastor da su vida por las ovejas; 12el asalariado, que no es pastor ni dueño de las ovejas, ve venir al lobo, abandona las ovejas y huye; y el lobo las roba y las dispersa; 13y es que a un asalariado no le importan las ovejas. 14Yo soy el Buen Pastor, que conozco a las mías, y las mías me conocen, 15igual que el Padre me conoce, y yo conozco al Padre; yo doy mi vida por las ovejas. 16Tengo, además, otras ovejas que no son de este redil; también a esas las tengo que traer, y escucharán mi voz, y habrá un solo rebaño y un solo Pastor. 17Por esto me ama el Padre, porque yo entrego mi vida para poder recuperarla. 18Nadie me la quita, sino que yo la entrego libremente.

 

Atisbo




Imagen acompañada de un escrito o pensamiento de Dolores Bigourdan (Canarias 1903 - Barcelona 1989) con el fin de ofrecer un espacio de reflexión.


En Clave de 'Ser' - ¿Usamos bien el tiempo?



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12 de junio de 2024

Pliego nº 185


Acompañando y Visitando

En los ambientes que vivimos, estamos acostumbrados a movernos según nuestras necesidades o conveniencias. Vivimos unas situaciones por las que normalmente son los intereses económicos, de prestigio o conveniencia que pilotan nuestro quehacer cotidiano, y por tanto, también nuestra movilidad.

Cuando María se entera de que su prima Isabel está en avanzada gestación, olvidándose de sus conveniencias y hasta de su propio embarazo y seguridad, se pone en camino para acompañar a su prima en su situación (Lc 1, 9ss), asumiendo toda clase de riesgos. Pospone su instinto a las posibles necesidades de su parienta y “a toda prisa" atraviesa los montes para encontrarse con aquella que podía necesitar de ella.




Qué hermoso es contemplar la agilidad de María ante la probable necesidad de lsabel. Dejar sus ocupaciones diarias, José, hogar, amistades, trabajos y otros quehaceres para lanzarse a caminar hasta alcanzar el Objetivo.

Recuerdo a una buena amiga, Tante, que ya mayor, se trasladó a México para compartir una convivencia con un grupo de personas bastante más jóvenes que ella. Allí, la Providencia hizo que se ocupara y cuidara de un grupo de personas mayores necesitadas, que siempre recordaran, su presencia, compañía y cariño. Creo que es importante que procuremos acompañar a personas que puedan sentirse solas. Cuántas personas hay que altruistamente visitan a otras en su enfermedad o solitud. A veces pienso que cada persona, por nuestra manera de ser y de actuar, la calidad de la compañía que podamos prestar a otra, tiene unas características muy personales. Somos irrepetibles en nuestros modos de comunicarnos y de amar. Nadie puede actuar, en profundidad, igual que yo lo hago. Por ello, es importante que pueda desarrollar mi modo de amar con toda intensidad. No sabemos cuándo podemos dejar este mundo y por ello tener que dejar de comunicar nuestro amor a I@s demás, a "mi modo". Nadie podrá amar como yo lo hago. Esta exclusividad nos obliga a "no dejar para mañana lo que hoy pueda hacer''.

Luis López


Atisbo

 



Imagen acompañada de un escrito o pensamiento de Dolores Bigourdan (Canarias 1903 - Barcelona 1989) con el fin de ofrecer un espacio de reflexión.


En Clave de 'Ser' - Vivir el tiempo libre



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13 de mayo de 2024

Pliego nº 184

 

¿“Quien hallará la mujer fuerte"?

Tuve el privilegio de conocer a “Tante” en el último y fecundo tramo de su vida. Ella, Dolores González de Quesada nacida en las Palmas de Gran Canaria el 12 de junio de 1906, contrajo matrimonio con el científico y cónsul francés Jacques Bigourdan (1887-1954), quien estuvo haciendo unos estudios geométricos y de la fauna, en el Oeste Africano (Dakar, Casablanca…). Casi veinte años de diferencia de edad.

La conocí cuando ya era viuda; cuando se trasladó de Canarias, de su tierra natal a Barcelona. En aquel entonces, ella tendría casi unos sesenta años y se la veía fuerte, ágil, y con ideas muy claras y abiertas; con una gran capacidad de relación con las personas. Escuchadora y buena consejera.

Había vivido mucho tiempo, con su esposo en África. Allí se vivía con mucha intensidad: el clima intenso i las posibles enfermedades tropicales acechaban diariamente. 

 


 

Él, Jacques Bigourdan, naturalista francés, de una familia tradicionalmente universitaria, investigadora, fue Agente Consular de Francia en Canarias, donde se conocieron. Ella, al contraer matrimonio, además de aprender el francés, aprendió, atendiéndolo, el cuido y atención de una persona mayor que ella.

El largo tiempo que vivió en Dakar no le fue extraño; más bien supo adaptarse al lugar, a pesar de las fiebres palúdicas que padeció.

El arduo trabajo, lo compartía con momentos de serenidad y paz. Tanto era así que, nos contaba, que una de las veces, que estaba sosegada haciendo unas labores, notó i vio un animalito que se le subía por la falda y que llevaba algo en la boca. Se lo dejaba sobre su falda y bajaba; y volvía con otro ser minúsculo; presentándole de esta manera toda su amplia camada. Ella les hizo una leve caricia i el animalito -aquella ratita- se fue marchando con su descendencia.

Ella nos mostró diversas fotografías de la granja que, con su esposo, construyeron también con sus brazos, a las afueras de Casablanca. Una reserva de animales salvajes para su estudio y cuidado. Y en la misma ciudad organizaban diversas actividades para españoles exiliados enfermos en el Hospital: distribuyendo libros, creando conversaciones y tertulias, también con su marido. E incluso organizando un taller de costura en su casa, con un grupo de mujeres.

Pues, sí, tuve el honor de conocer en mi juventud a esta gran mujer ya mayor. Y por extensión puedo decir: “tuvimos” este privilegio, pues muchos nos beneficiamos. Resuena a la señora que se refiere en la Biblia (¿“Quien hallará la mujer fuerte?” Proverbios 31:10).

Ella es la que, en esta etapa de su vida, vivida en plenitud, la conocimos un grupo de personas y la recibimos en casa nuestra, un grupo de jóvenes, de unos veintipico de años, guiados por el sacerdote Alfredo Rubio.

Fiel reflejo de esta realidad ella, a la vez, acogió y acompañó al aquel entonces incipiente grupo de jóvenes mujeres que componían el Grupo Claraeulalias, fundado por el mismo sacerdote.

Posteriormente, a pesar de su edad avanzada ella se trasladó a México donde también desarrolló una acción en favor de muchas mujeres que vivían solas y necesitaban ayuda.

Damos gracias a Dios, al Cielo, a la tierra, a la historia, a la vida, … por haber conocido a esta gran mujer. Ella está muy presente en nuestra vida.

José Luis Socias
Barcelona


Atisbo

 


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En Clave de ‘Ser’ - La Familia

 

 

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12 de abril de 2024

Pliego nº 183


La ternura, signo visible del amor de Dios 


En la Sagrada Escritura la misericordia, la compasión y la ternura están íntimamente ligadas y tienen su culmen en el amor. Es como si se tratara de una dulce trinidad en donde la una sin las otras no pueden ser. De hecho, sin misericordia no hay compasión y sin ternura no hay misericordia. 

Me viene a la mente el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo; juntos son una unidad indivisible y, sin embargo, cada uno íntegro y completo. El Padre, la infinita misericordia, el Hijo, la entrega total y el Espíritu Santo, la ternura que emana del eterno amor del Padre y el Hijo. 

Cuando pienso en mis experiencias de ternura profunda no puedo evitar pensar y sentir el amor; ese que te descoloca y te cimbra por dentro. Desde la entrega incondicional de mis padres y mi hermano. Hasta el loco amor que siento por mi hija, pasando por supuesto por el amor a mi compañero de vida y mis amigos.  

Son muchos los momentos que me han tocado el alma por la ternura. Pero nombraré dos. 

Cuando nació Irene mi hija yo estuve muy grave y al darla a la luz, casi inmediatamente se la llevaron y apenas pude verla. Pero en esos breves instantes, cuando la vi por primera vez - de perfil mientas yo estaba acostada debatiéndome entre la vida y la muerte -, vi sus ojos, su indefensión, su tamañito y su grandeza. En ese momento sentí en la piel que todo el dolor, mi entrega y mi sufrimiento por la vida que estaba dándole valían absolutamente la pena. Por el simple hecho de verla existir mi corazón estallaba de amor y ternura. 




Cuando yo era adolescente vi llorar a mi padre, quizá por primera vez. Estaba yo pasando un momento muy duro de rebeldía que me condujo a situaciones graves y peligrosas. El amor de mi padre, su preocupación iban cargados de una enorme misericordia. Estábamos en un restaurante hablando, y pude ver cómo caían lágrimas de dolor, cómo realmente le habían herido mis actos y mi inconsciencia. En ese momento sentí mucha ternura por él, me di cuenta que lo que hacía no era bueno y rectifiqué mi conducta. Me di cuenta de cuánto me quería y cómo me perdonaba. Más tarde comprendería que ese mismo sentimiento es el que sentiría hacia Dios Padre. 

La ternura es el amor que emana del corazón de Dios, así que si todos la sentimos es porque participamos de ese gran don. 

San José participó de ese corazón enamorado y lleno de amor, María al pie de la cruz, viendo morir a su Hijo también. Y cada uno de nosotros, al dar la vida, al amar y al entregarnos participamos de esa ternura que es la más fina caricia que podemos dar y recibir unos a otros. Tanto en los momentos dolorosos como en las alegrías más grandes. De lo que se trata, simple y complejamente es de amar con misericordia y entrega divinas. 

 Claudia Soberón Bullé-Goyri
Barcelona


Atisbo

 


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En Clave de 'Ser' - Actitudes Nómadas



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12 de marzo de 2024

Pliego nº 182


El Divino Humor

La gracia de las bromas es que descolocan a nuestra mente analítica, con una aportación que escapa a la lógica y nos obliga a flexibilizar nuestro mundo mental. Eso, parece, nos hace gracia y de alguna manera nos aporta sensaciones placenteras y positivas, como la risa.


Muy a menudo siento que la Vida me instruye a través de un sentido del humor sutil, agudo, inteligente, que aparece para descolocarme, sacarme de mis zonas de confort y mostrarme alguna verdad oculta a la que mi rigidez, me impedía aproximarme.


Os pondré una ejemplo de este sentido del humor Divino que ante todo me conduce a inclinarme ante la Vida, a rendirme, a abrir mi mente y mi corazón, para poder abrazar lo que Es, libre de prejuicios y de temores.


En una ocasión, ya hace años, caminaba por Mayor de Gracia, en Barcelona, cuando me llegó un hedor muy desagradable que casi me producía arcadas. Me giré y vi a un hombre que sacaba la cabeza de un contenedor de basura y se disponía a caminar muy cerca de mí, en la misma dirección. Las ropas ajadas, la falta de higiene de larga duración y las sucias pertenencias que llevaba consigo, hacían evidente que aquel hombre dormía en las calles de Barcelona y sobrevivía como podía entre los restos de la gran ciudad.




Soy muy sensible a los olores, así que sentí que no podía soportar el asco que me producía y de forma casi instintiva me metí en una tienda, para dejar pasar a aquel hombre y tomar distancia de él. Me "puse a salvo", mirando un aparador de materiales de mecánica que me interesaba tanto como nada. Conscientemente dejé pasar un buen rato, más incluso de lo necesario, hasta calcular que el hombre se habría alejado lo suficiente de mí. Solo en aquel momento me dispuse a salir.


Y entonces, sucedió: ahí estaba el Divino humor, jugando conmigo...


Cuando me dí la vuelta para volver a salir hacia la calle, me encontré, cara a cara con el hombre, esperándome en el umbral de la tienda y mirándome directamente. Casi al momento comprendí que estaba sucediendo algo que me sobrepasaba... ¡eso no era posible!. Mi mente dio un vuelco y mi corazón también.


Entonces, dirigiéndose hacia mí, me preguntó: -"¿Subes hacia arriba?"-


Aquí me "rendí", cayeron las defensas, mi mente captó fugazmente la propuesta divina y mi corazón se abrió para aceptar el giro de guión.


- "Sí, subo hacia arriba"- le respondí.


- "Fantástico, pues subo contigo"- me dijo él sonriendo abiertamente.


Misteriosamente las nauseas desaparecieron, el hedor dejó de ser insoportable y el camino se hizo ameno, interesante, sorprendente y divertido.


Los que conocéis Barcelona sabéis que Mayor de Gracia es una calle larga, así que estuvimos andando juntos hasta casi al final de la misma, en donde yo debía desviarme. 


- "¿Sabes?"- Me dijo. -"Yo estoy un poco loco"-


Yo le contesté que todos de alguna manera lo estamos, a lo cual rió y añadió:


- "Sí, veo que tú también estás un poco loca"- Me reí. 


Su libertad, su franqueza, su falta de modales establecidos, me parecieron admirables, logrando que me sintiera cada vez más a gusto con él. Llegue a disfrutar del camino.


Cuando alcanzamos mi destino, tomó mi mano, la besó, inclinándose con estilo caballeresco y me dijo: -"Me ha encantado conocerte"-. -"Lo mismo digo"- le respondí. Y nos separamos sonriéndonos mutuamente. 


Me alejé de él, con el corazón renovado, lleno de ternura y amor, con la mente abierta, habiendo aprendido la lección. Y una Voz en mi interior que me decía: - "¿Porqué huías de Mí?. Yo también estoy ahí"-


Sonreí, me pareció exquisito el juego divino y mi alma notó la Presencia que siempre lo acompaña. Me sentí inmensamente agradecida por esa Presencia que siempre se las ingenia para recordarnos lo realmente esencial en la vida. El juicio nos aleja y el amor nos acerca... y en el amor nos reconocemos como lo que realmente somos.


Maía Rosa Trenchs Dausà

Igualada (España)



Atisbo

 


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