12 de agosto de 2012

Pliego nº 43


Teresa de Calcuta: una mujer 'última'


La Madre Teresa de Calcuta, de nombre Agnes Gonxha (Skopje, 1910 - Calcuta, 1997), fue una mujer cuyo itinerario vital consistió en hacerse “última” con los últimos de la humanidad. Siguiendo los pasos de Jesús, sólo contaba con su pobre y frágil humanidad. Esta flaqueza suya fue la mayor fortaleza con la que contó para unir su corazón al corazón de un Dios que es padre y madre a la vez.

Teresa de Calcuta supo ser, como muchas mujeres, “casa” y consuelo para tantos necesitados que fueron cruzando por su vida. Ella fue en búsqueda de los que nada tenían y esa nada era la que compartía con ellas y ellos. Porque ella tampoco tenía nada.

Llega a nosotros una oración escrita por la Madre Teresa en donde se rezuma el gran deseo de ofrendarse a los demás sin desear nada a cambio, sólo estar al lado de la otra persona para amarla.

ORACION PARA APRENDER A AMAR

Señor, cuando tenga hambre, dame alguien que necesite comida.
Cuando tenga sed, dame alguien que precise agua.
Cuando sienta frío, dame alguien que necesite calor.
Cuando sufra, dame alguien que necesita consuelo.
Cuando mi cruz parezca pesada, déjame compartir la cruz del otro.
Cuando me vea pobre, pon a mi lado algún necesitado.
Cuando no tenga tiempo, dame alguien que precise de mis minutos.
Cuando sufra humillación, dame ocasión para elogiar a alguien.
Cuando esté desanimado, dame alguien para darle nuevos ánimos.
Cuando quiera que los otros me comprendan, dame alguien que necesite de mi comprensión.
Cuando sienta necesidad de que cuiden de mí, dame alguien a quien pueda atender.
Cuando piense en mí mismo, vuelve mi atención hacia otra persona.

Haznos dignos, Señor, de servir a nuestros hermanos.
Dales, a través de nuestras manos, no sólo el pan de cada día, también nuestro amor misericordioso, imagen del tuyo.


Uno de los vectores de la Nueva Evangelización nos habla de liberar a la mujer. Precisamente la misión de Jesús al hacerse humano fue la de liberar a los hombres y mujeres que le fueron conociendo y dejar un testimonio de que esto era posible para que se fuera extendiendo. Ayudar a liberarse a la mujer es ayudar a liberar a la humanidad, por el papel tan vital que ella tiene en la familia y en la sociedad. En este sentido, Teresa de Calcuta fue una gran liberadora de la mujer y de la sociedad. Y no sólo por lo que hizo por los demás, sino por lo que consiguió en ella misma. El amor libera y fue el amor desinteresado, “último”, el que Madre Teresa propagó con su testimonio.

Javier Bustamante
Barcelona (España)

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