Hace justamente 17 años –era el 12 de febrero de 1992-, no podíamos imaginar que hoy iniciaríamos una nueva etapa del Pliego, del Espacio Dolores Bigourdan.
Aquel primer Pliego nació en papel, impreso en las técnicas de offset, en el formato tres por cuatro; medidas poco frecuentes, pero sí muy elegante.
El contenido de entonces fue, y ahora también se desea, llevar un mensaje, bajo la advocación de Nuestra Señora de la paz y de la alegría, del gozo de existir, de ser cristianos, de desear amar a los otros como Cristo nos ama, dejándonos amar en nombre de Dios. Nos ayudará a este empeño el realismo existencial, a la luz de la revelación de los Evangelios de Jesús de Nazaret.
La alegoría del gusano, que hace su trasformación a mariposa realizando su proceso en su crisálida, es el ejemplo de este nuevo ciclo: así como el gusano camina arrastrándose lentamente en su primera fase, en acometer su nuevo período, emprende el vuelo estrenando sus alas irisadas, para llegar a amplios horizontes. De forma parecida, deseamos que en esta nueva etapa el Pliego pueda volar por los espacios virtuales y llegar a las personas que desean vivir con entusiasmo su vida de fe.
Con aquel Pliego nº 1, era un 12 de febrero como hoy, fiesta de santa Eulalia, se iniciaba la singladura, teniendo en cuenta el significado del término “eu-lalia”, originario del griego, con su sentido de “buena palabra”.
Como en la primera etapa, nos encomendamos del mismo modo hoy a Dolores González, Vda. de Bigourdan (1903-1989), ella que tuvo una fe intrépida. Como María, que nos cuenta el Evangelio, que dio un sí incondicional, y decididamente sube a la montaña a acompañar a su prima Isabel que esperaba un hijo. Con su vida, Tante Bigourdan dio un testimonio humano y cristiano. En la última sección del Pliego, iremos publicando Atisbos, escritos propios o que ella fue recopilando a lo largo de su vida.
Aquel primer Pliego nació en papel, impreso en las técnicas de offset, en el formato tres por cuatro; medidas poco frecuentes, pero sí muy elegante.
El contenido de entonces fue, y ahora también se desea, llevar un mensaje, bajo la advocación de Nuestra Señora de la paz y de la alegría, del gozo de existir, de ser cristianos, de desear amar a los otros como Cristo nos ama, dejándonos amar en nombre de Dios. Nos ayudará a este empeño el realismo existencial, a la luz de la revelación de los Evangelios de Jesús de Nazaret.
La alegoría del gusano, que hace su trasformación a mariposa realizando su proceso en su crisálida, es el ejemplo de este nuevo ciclo: así como el gusano camina arrastrándose lentamente en su primera fase, en acometer su nuevo período, emprende el vuelo estrenando sus alas irisadas, para llegar a amplios horizontes. De forma parecida, deseamos que en esta nueva etapa el Pliego pueda volar por los espacios virtuales y llegar a las personas que desean vivir con entusiasmo su vida de fe.
Con aquel Pliego nº 1, era un 12 de febrero como hoy, fiesta de santa Eulalia, se iniciaba la singladura, teniendo en cuenta el significado del término “eu-lalia”, originario del griego, con su sentido de “buena palabra”.
Como en la primera etapa, nos encomendamos del mismo modo hoy a Dolores González, Vda. de Bigourdan (1903-1989), ella que tuvo una fe intrépida. Como María, que nos cuenta el Evangelio, que dio un sí incondicional, y decididamente sube a la montaña a acompañar a su prima Isabel que esperaba un hijo. Con su vida, Tante Bigourdan dio un testimonio humano y cristiano. En la última sección del Pliego, iremos publicando Atisbos, escritos propios o que ella fue recopilando a lo largo de su vida.
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