12 de agosto de 2024

Pliego nº 187


La discreta belleza interior de Leonia Martin


A veces en mis sendas de vida me he cruzado con personas, testigos del amor de Dios, que me han marcado y que han entrado en mi corazón, para quedarse. ¿Les ha pasado a ustedes?


Personas que ya gozan plenamente en la presencia de Aquél que tanto nos ama y que su ejemplo luminoso sigue aportando perlas de sabiduría a los seres humanos de estos tiempos.


Es lo que me sucedido al conocer a Leonia Martin. Su vida, de una discreta belleza interior es menos conocida que la de su hermana pequeña, Teresita del Niño Jesús.



En la familia Martin (los padres: Celia y Luis) llegaron a la edad adulta 5 mujeres de los 9 hijos; la tercera de ellas era Leonia, (3 de junio 1863-17 de junio 1940). Leonia padeció desde pequeña diversos problemas de salud, incluso estuvo en peligro de muerte. Tuvo también problemas de salud siendo adulta. Tenía un carácter que no era fácil… A ello se agregaron dificultades en la escuela… Sin embargo, además de sus papás, había alguien en su familia que la quiso especialmente y que además creía en ella: la hermana de su mamá, Sor María Dositea, religiosa de la Orden de la Visitación. Y decía de Leonia: Es una niña difícil… pero creo valdrá tanto como sus hermanas. Tiene un corazón de oro y si bien su inteligencia es lenta, encuentro que Leonia tiene buen juicio. En sus cartas a su hermana, Celia mencionaba el buen corazón de su hija Leonia. Esta mamá amorosa y trabajadora, murió joven y es Luis, el papá, que se ocupará maravillosamente de sus hijas.


Teresita entró en el carmelo de Lisieux donde ya habían ingresado dos hermanas suyas. Más tarde, después de la muerte del papá, entraría también a este carmelo, su hermana Celina. 


Leonia entró a un monasterio de clarisas del que luego salió. Después hizo dos intentos de vida religiosa en la orden de la Visitación y tampoco fue bien. Sin embargo, en el fondo de su corazón ella sentía que Jesús la invitaba a seguirle como religiosa. Teresita le dirá que intercederá por su vocación y su perseverancia. Dos años después de la muerte de Teresita, Leonia entraba como religiosa de la Orden de la Visitación y allí vivió hasta el final de sus días. Leyó con entusiasmo “Historia de un alma”, de Teresita cuando ésta se publicó. Leonia encontró en textos de Teresita similitudes de fondo con la espiritualidad de San Francisco de Sales, fundador de la Orden de la Visitación. 


Leonia vivió en lo profundo de su ser la experiencia de la ternura y el amor de Dios que le permitió reconciliarse poco a poco con sus fragilidades. Sus escritos son de gran hondura, la hondura de los que viven en la humildad. 


Jesús mío, mi confianza en Ti es tanto más grande cuanto me siento tan pequeña y la misma miseria.”1

 

Sigo siendo y cada vez más un pobre tronco. Pido a Jesús que le prenda fuego y al Espíritu de Amor, activarlo”2.

Leonia, consciente de sus fragilidades, no se dejó llevar hacia una desvalorización de su persona ni tampoco por la desesperanza. Realista, ella asumió sus limitaciones, pero a la vez acogió con gratitud los dones que Dios le obsequió. Creo que ella vivió en plenitud estas palabras de Jesús: “Bienaventurados los pobres, porque vuestro es el reino de Dios”. (Lc, 6, 20).



María de Jesús Chávez-Camacho Pedraza

Pineda de Mar (Barcelona)


1 Prier 15 jours Avec Léonie Martin Sœur de sainte Thérèse, Sœur Chantal-Marie Rondeau et Solène Mahé, Nouvelle Cité 2016, p. 72.

2Léonie Martin, Si pauvre et si riche, Dominique Menvielle, Paroles de vie, Le Livre Ouvert, 2019, Pentecôte 1917, p. 50.



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