12 de julio de 2024

Pliego nº 186

Pastores buenos y libres

En la Biblia se usa mucho la imagen de pastor para hablar de Dios o de Jesús. Como persona europea que siempre ha vivido en ciudad, me doy cuenta de qué poco sé sobre las ovejas y su pastoreo. Por medio de un rápido surfing por Google, descubro que hay 85 millones de ovejas en Europa distribuidas por 830.000 granjas. La Comunidad Europea contribuyó con casi 2 millones de euros a SheepNet: una red de expertos para la mejora de la productividad y rentabilidad de las ganaderías ovinas. Conozco la alta significación bíblica del Pastor, pero a pesar de ello me pregunto si no tendríamos que buscar nuevos lenguajes para hablar hoy de Jesús y del trascendente.



En el Evangelio Juan (10, 11-18) se hace la diferencia entre el buen pastor y el mercenario o asalariado. Uno ama a su rebaño y al otro no le importan las ovejas, sólo le interesa su salario. Esto se puede observar hoy a todos los niveles: la gran diferencia entre personas que ponen amor en lo que hacen y las personas que sólo trabajan por dinero, sin poner amor en la tarea. Necesitamos con urgencia una sociedad de cuido, una sociedad que cuida a las personas, a las instituciones, al medio ambiente etc. Una sociedad que trabaje por amor y con amor.


Al final el texto añade algo muy importante: que lo hagamos libremente. Estamos en un momento que nos quieren obligar a muchas cosas bajo el pretexto de la Agenda 2030 para el desarrollo sostenible de la ONU. Habrá que discernir bien, si las medidas que quieren imponer son del registro del amor por el rebaño mundial o por intereses económicos de algunos poderosos. Deseo profundamente que seamos buenos cuidadores de nuestra casa común, “pastores buenos y libres”, como Jesús.


Pauline Lodder

Pineda de Mar


Juan 10, 11-18

11Yo soy el Buen Pastor. El buen pastor da su vida por las ovejas; 12el asalariado, que no es pastor ni dueño de las ovejas, ve venir al lobo, abandona las ovejas y huye; y el lobo las roba y las dispersa; 13y es que a un asalariado no le importan las ovejas. 14Yo soy el Buen Pastor, que conozco a las mías, y las mías me conocen, 15igual que el Padre me conoce, y yo conozco al Padre; yo doy mi vida por las ovejas. 16Tengo, además, otras ovejas que no son de este redil; también a esas las tengo que traer, y escucharán mi voz, y habrá un solo rebaño y un solo Pastor. 17Por esto me ama el Padre, porque yo entrego mi vida para poder recuperarla. 18Nadie me la quita, sino que yo la entrego libremente.

 

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